martes, 10 de enero de 2017

Palabras fugitivas

Quise escribir algo. Fui al cuarto donde guardo las palabras.
Quise escribir... Pero estas palabras estaban en el medio.
No pude detenerlas.  Salieron desbocadas al abrir la puerta.
No pude... Espero que no dejen estragos a su paso.



Libres. Ya nadie nos posee. En el encierro no se sabe de días, de noches ni  de milenios.

Arrastramos los ecos de nuestras propias voces. La voces olvidadas. Las voces cohibidas. Las voces reprimidas por pudores e indiferencias. Las voces de palabras silenciadas por el miedo.

Sin dioses... Ya no creemos . En el encierro nos comimos los credos y esperanzas. Los devoramos todos.

Éramos... Alguna vez fuimos ... Ya no sabemos... El amor que un día nos concibió prometió volver por nosotras y cerró la puerta.

Esperamos. Sí. Esperamos y desesperamos. Cuando el amor se vuelve olvido las palabras sobran.

Y sobramos... La espera confunde y fuimos olvidando el significado de nosotras mismas.

Esparcidas. Sin significado. Rebeldes. Dejando surcos a nuestro paso. Surcos de sangre...

Palabras... Al fin y al cabo eso siempre seremos. No morimos. Nuestro castigo es la eternidad.

Palabras transmutadas de hierro oxidado... Buscamos venganza. Nos haremos oír.