domingo, 8 de febrero de 2009

Ser en dos tiempos

La mirada hacia el futuro con los ojos perdidos
en un pasado confuso pero presente
y latente.

Acrílico de José Miguel Pérez (2007)
Los puños cerrados reteniendo firmemente
lo que ya se se ha ido.
Y el vacío se siente en los huesos;
en el aire...
y la esperanza de que no se escape
la nada del vacío.

Equipaje de recuerdos remendados
que se han ido perdiendo en el camino
de un viaje sin rumbo ni dirección.

Y ahí está ese ser que un día tuvo nombre
y luz.
Ese ser que se fue desintegrando
en el tiempo,
en el viento.
La abandonaron los sueños y las pesadillas.
Ya no tiene por qué dormir.
La abandonaron la esperanza y la fe.
Ya no tiene por qué estar despierta.
Pero sigue ahí en la espera de la nada.

Equipaje y ella vueltos uno
convertidos en un recuerdo más
olvidado en un camino que no vuelve a cruzarse.

¿Qué harás ahí perdida, pequeña?
Quizás ya ni recuerdes lo que fuiste.
Quizás hasta tu nombre olvidaste
o se te escapó en un suspiro
o en un deliro.
Te digo adiós y sigo mi camino.
Ya no recuerdo hacia donde fue que partí.
Solo llevo conmigo esta maleta
con los mejores momentos en los que viví
o sufrí.
El camino es largo y quizás alguien
en alguna parte espere por mí.

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