En momentos difíciles se nos instalan los "no puedo" en nuestras mentes. Nadie los llama. Ellos solo llegan, invaden como conquistadores y plantan bandera. Y así pasamos a ser esclavos de nuestros propios pensamientos y limitaciones... Estamos al volante y ponemos pie al freno. Nos convertimos en estibadores de sueños y proyectos que se van quedando en el olvido del polvo y las telarañas. No sé quién necesite leer esto. No sé cuántos sueños llevan en espera de un milagro. Vengo a decirte que el milagro eres tú. Desaloja los miedos de tu mente. Tu vida dará el giro que solo tú quieras que dé. Vive, sueña y sé grande. Te lo mereces.
Así siempre...
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